Complicaciones en la Ruta

Salida tardía

Nos levantamos, desayunamos y almorzamos, con alguna idea de hacer Camping y nuestro primer viaje en 2020 decidimos ruta nuevamente al occidente del País, nuestro destino laguna de tigre o también conocida como laguna Asososca ubicada en el departamento de León, municipio de La Paz Centro. Aprovechamos a conocer algo de historia de nuestros antepasados, visitamos las ruinas de León viejo ubicadas en el pie de unos de los volcanes con el cono casi perfecto Momotombo, posteriormente agarramos ruta hacia nuestro destino, Laguna de Tigre.

Entramos por un camino arenoso y angosto, habiendo vivido la experiencia del cerro negro en cierto modo para Gabriela fue un balde de agua fría volver a rodar caminos como los que nos estábamos adentrando seguramente recordaba las incontables caídas del cerro negro indomable y sus miedos empezaron a invadirla y hacia que la ruta empezará a complicarse.

La distancia del camino arenoso para llegar a la Laguna de Tigre al final resulto ser corta de aproximadamente unos 5 KM pero fueron los suficientes para que ella se resistiera a visitar el lugar, y más aún cuando teníamos que caminar un sendero de unos 400 metros que para mí era cosa sencilla, hasta ganas de bajar corriendo tenia, pero estando en este punto lo que parecería que sería una gran noche con luna llena y acampada terminaría en una discusión de pareja en medio del sendero con los árboles, las piedras y seguramente animales de testigos de aquella discusión inverosímil.

Habiendo superado las complicaciones del camino, determinamos que debíamos regresar, pues el lugar prestaba las condiciones para acampar, pero nosotros no teníamos linternas, los teléfonos descargados y tampoco un encendedor para iniciar la fogata.

Cambios inesperados

Antes de salir a ruta invite a un par de amigos para hacer el campamento, ninguno de ellos respondió la invitación, es por ello que nosotros rodamos generalmente solos.

A solo unos minutos de regresar y dejar toda la idea del campamento, apareció un viejo amigo de rodadas en moto, el cual nunca acordamos que el llegaría, nos saludamos y definitivamente él venia dispuesto a acampar. La noche empezó a cobijarnos en medio del cráter volcánico convertido en laguna, mientras nosotros acechábamos la salida de la luna para capturarla de un disparo fotográfico.

Tendimos la casa de campaña, inflamos el colchón y nos acomodamos en los 2 metros cuadrados de la tienda. Pasamos la noche escuchando los ruidos de la naturaleza, de los animales, el sonido de las pequeñas olas de la laguna, ¡¡para eso habíamos venido!!, a disfrutar del paisaje, uno que todavía no ha sido destruido por el hombre, donde todavía pudimos tomar agua de la laguna sin preocupación alguna, alejados de las redes y de las urbes.

Por la mañana nos levantamos a apreciar el amanecer, aunque no fue como realmente lo imagine, pues estábamos prácticamente en un hoyo donde el sol llega un poco más tarde de lo acostumbrado. Nos tomamos un café hecho con agua de laguna y posteriormente a bañar en las tibias aguas de laguna de tigre.

Algunos de los momentos vividos